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Jim Hopkins

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I think every one of my coworkers would agree that the best sunrises and sunsets that any of us have ever seen — and most of the people I work with are world travelers — are at the Great Salt Lake. There's seven mountain ranges that surround the Great Salt Lake, and when the clouds are just right, that sun comes up underneath and reflects off the lake. It just lights up the whole sky and everybody just stops in the morning and goes, alright, let's take a 10 second break and enjoy this moment of vividness. It doesn't always happen. But when it does, it's a magic moment.


Jim Hopkins worked as a brine shrimper on Great Salt Lake for 25 years. He retired last year. Hopkins saw the brine shrimp harvest plummet two years ago when the lake reached record lows. With less fresh water inflows, the lake’s salinity spikes to unhealthy levels for brine shrimp. 


Brine shrimpers like Hopkins harvest brine shrimp cysts. Great Salt Lake is a vital piece of the global aquaculture industry. The lake is one the largest producers of brine shrimp in the world. The cysts are sold to numerous countries, primarily those in Southeast Asia, to feed fish and larger shrimp, which then end up on grocery store shelves in Utah. 


Brine shrimping is difficult work. During harvest season in the fall and early winter, Hopkins worked 18-hour days for weeks. Sometimes he’d go two weeks without touching dry land and just sleep on the boat. He says conditions can get “ferocious.” Hopkins remembers one storm where four-foot waves almost knocked him into the water. Because of the high salt content, the waves are dense and crash closer together than waves in the ocean. Winter also brings the danger of ice and cold water: The lake’s temperature can get below freezing and miles-long ice sheets can form.


En español


Creo que todos mis compañeros de trabajo estarían de acuerdo en que los mejores amaneceres y atardeceres que cualquiera de nosotros haya visto alguna vez (y la mayoría de las personas con las que trabajo son viajeros del mundo) se encuentran en el Gran Lago Salado. Hay siete cadenas montañosas que rodean el Gran Lago Salado, y cuando las nubes están en el momento adecuado, el sol sale por debajo y se refleja en el lago. Simplemente ilumina todo el cielo y todos se detienen por la mañana y dicen, está bien, tomemos un descanso de 10 segundos y disfrutemos de este momento de viveza. No siempre sucede. Pero cuando sucede, es un momento mágico.

 

Jim Hopkins trabajó como pescador de camarón salmuera en el Gran Lago Salado durante 25 años. Se júbilo el año pasado. Hopkins vio caer la cosecha de la salmuera hace dos años cuando el lago alcanzó números bajos de agua históricos. Con menos entradas de agua dulce, la salinidad del lago aumenta a niveles insalubres para la salmuera.


Los camaroneros de salmuera como Hopkins cosechan huevecillos de salmuera. El Gran Lago Salado es una pieza vital de la industria acuícola mundial. El lago es uno de los mayores productores de samuela. del mundo. Los huevecillos se venden a numerosos países, principalmente a los del sudeste asiático, para alimentar a peces y camarones más grandes, que luego terminan en los estantes de las tiendas de comestibles en Utah.


La pesca de samuela es un trabajo difícil. Durante la temporada de cosecha en otoño y principios de invierno, Hopkins trabajó 18 horas al día durante semanas. A veces pasaba dos semanas sin tocar tierra firme y simplemente dormía en el barco. Dijo que las condiciones pueden volverse "feroces". Hopkins recuerda una tormenta en la que olas de cuatro pies casi lo arrojaron al agua. Debido al alto contenido de sal, las olas son densas y chocan más juntas que las del océano. El invierno también trae consigo el peligro del hielo y el agua fría: la temperatura del lago puede bajar cero y se pueden formar kilómetros de capas de hielo en el lago.

Jim Hopkins
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